Anahid Bandari de Ataie: El coronavirus no da respiro a la industria de los cruceros
La industria del turismo en cruceros vuelve
a ser golpeada y amenazada por el coronavirus y una pandemia que no termina de
ser puesta bajo control de los organismos internacionales de la salud.
Justo
cuando las empresas del sector esperaban retomar con fuerza las actividades que
se vieron obligadas a paralizar, con incalculables pérdidas para este negocio,
resurgen otra vez con la nueva variante Ómicron los
temores y se imponen de nuevo obstáculos para el turismo de crucero.
Precisamente
en los días de fiesta que en otros tiempos eran la mejor temporada para la
industria y para este cierre de 2021 parecían ser una suerte de alivio, las
agencias de noticias CNN y Euronews reportaron que
las autoridades de algunos puertos caribeños, de Puerto Rico y de México
prohibieron el desembarco de pasajeros de cruceros para
tratar de cerrarle el paso al Ómicron.
A
pesar de estas informaciones, Carnival
Corp informó que la mayoría de sus itinerarios se mantenían
inalterables para tranquilizar a sus clientes y no hacer sonar las alarmas
entre los turistas que tenían pensado contratar los servicios de crucero para esta
temporada.
Lo
cierto es que, a pocos días antes de terminar el año, nuevos reportes de
contagios de Covid-19 forzaron
el inicio de investigaciones en los cruceros por
el Caribe y el Pacífico, así como forzaron a las navieras a endurecer las
medidas y limitar de nuevo la ocupación ante la amenaza que representa la nueva
variante Ómicron.
En
Puerto Rico, por ejemplo, se cerró la entrada a un crucero de Royal Caribbean y se
exigieron nuevos requisitos para el desembarco, lo que obligó a la empresa a
cancelar por el momento las operaciones en San Juan.
Esto
quiere decir que al menos 11 cruceros de Royal
Caribbean que tenían como destino Puerto Rico fueron
afectados.
Por
su parte, los centros para el control y prevención de enfermedades de
EEUU investigan los
brotes que habían aparecido en casi 70 cruceros en la temporada navideña.
Hace
unos días, el crucero Carnival
Freedom tuvo que regresar a Miami, luego de ser rechazado en
la isla de Bonaire al presentar un brote de Covid.
Igualmente,
por las mismas fechas, el Odyssey
of the Seas se vio obligado a atracar en Fort Lauderdale,
cuando medio centenar de sus pasajeros y tripulantes salieron positivo a la
prueba del virus.
Estos
casos y los temores que ha generado la nueva variante Ómicron del
coronavirus en la comunidad internacional han puesto en peligro la recuperación
de la industria de
los cruceros.
El Ómicron ha
alargado la crisis de la industria
del turismo naviero y ahora no se sabe a partir de cuándo
podrían trazarse planes para desarrollar y mejora esta actividad.