Anahid Bandari de Ataie: La ONU propone que la industria naviera reduzca su velocidad para contaminar menos

Según datos ofrecidos por la Organización de Naciones Unidas en días recientes, la industria naviera mundial genera más de 1.000 millones de toneladas de emisiones de carbono, lo que equivale casi al 3% del total mundial todos los año.

La organización advierte que esta cifra puede aumentar en las próximas décadas si se toma en cuenta que los barcos transportan más del 90% de las mercancías que se comercializan en el planeta, y calcula que estas emisiones de dióxido de carbono podrían llegar a 17% para el año 2050.

La ONU señala que es necesario que los barcos reduzcan sus niveles de consumo de combustible y utilicen fuentes distintas como el hidrógeno, el amoníaco y el metanol para evitar que este pronóstico se convierta en realidad.

La disminución de estas emisiones ha sido lenta, a pesar de que la Organización Marítima Internacional ha establecido los siguientes objetivos para la industria naviera:

-Reducción de los gases de efecto invernadero en un 50% por debajo de los niveles de 2008 para 2050.
-Reducción de la intensidad de carbono de las emisiones en un 40% para 2030 y en un 70% para 2050 en comparación con los niveles de 2008.

Precisamente, para reforzar estas metas, el año pasado la Organización Marítima Internacional comenzó a exigir que los combustibles utilizados por los barcos no contengan más del 0,5% de azufre. Y aunque la ONU no puede hacer cumplir esta medida, los distintos países pueden imponer multas para los barcos que se hagan de la vista gorda con esta exigencia.

De igual modo, una de las alternativas que se proponen desde la ONU para reducir estas emisiones es la reducción de la velocidad de los buques en un 20%, pues según sus expertos esto puede hacer que los gases arrojados al ambiente caigan en cerca de 34%.

Desde el punto de vista de los expertos ambientalistas e ingenieros, la manera más práctica para que las embarcaciones contribuyan a preservar el Medio Ambiente consistiría en que los barcos reduzcan su consumo de combustible bajando la velocidad y trabajando con máquinas más eficientes, además del empleo de tecnologías con cero emisiones. Y hasta sugieren el uso renovado de la vela en las naves.

Otra manera de reducir las emisiones en esta industria sería adoptar combustibles alternativos como el hidrógeno, el amoníaco y el metanol, a pesar de que los costos para emplearlos sigan considerándose muy altos para la industria naviera.

De acuerdo con los análisis de los expertos, los cruceros son las embarcaciones más contaminantes como consecuencia de la gran demanda de energía que hay en ellos, pero sus emisiones quedan por debajo de aquellas que liberan los portacontenedores, los cuales demandan más combustible para desplazar sus enormes volúmenes de mercancía en el menor tiempo posible, tal y como es exigido por el comercio mundial.